jueves, octubre 19, 2006

28 Lunas
(fragmento).


















28 Lunas
(fragmento).

Epew 2003.

miércoles, agosto 30, 2006

Hebra 1.












Hebra 2












Hebra 3
Pewu We Kuyen 2.
Las miradas no son las mismas, se nos enseña a mirar y reconocer de una forma. En relación a ello surge la posibilidad de experimentar la realidad, reconocer he interpretar la misma







Pewu We Kuyen. 3


sábado, agosto 26, 2006

2000
Serie Epew We Kuyen.











2000
Serie Epew We Kuyen.













  1. 2000
    Serie Epew We Kuyen.

domingo, agosto 20, 2006

Anatomia de una Identidad

Las historias son un desencadenamiento de circunstancias con sabor a identidades silentes que laten y se desnvuelven fuertemente tanto en la mapu como en la warria. Así, plantear imaginariamente esas voces es ir reconstruyendo la propia palabra y la reconstitución de un imaginario colectivo por medio del sentido y en razón a este, articular la metafora del tiempo y entrar de lleno a la atemporalidad del propio ser.
Para aquellos que desarrollamos alguna expresión artística y que entendemos nuestro quehacer como un oficio, el expresarnos por medio de nuestro trabajo, puede ser un regalo inmensurable, que se manifiesta en la oportunidad de comunicarnos y percibirnos, con el otro y con el cosmos, a través de un lenguaje propio, como parte de la geografía humana, de una forma latente y lúdica. Por lo mismo confidencio que mi tema siempre ha sido la vida y lo que de ella emana, como una hebra más de su propio entramado y como hija de un paradigma distinto, desde la propia cultura, con las características básicas de la cosmovisión, la sociedad, la cultura, donde se entiende y comparte al hablar de cultura que: “Nada más profundamente distintivo ha producido el ser humano durante su evolución milenaria, que la cultura. La cultura no entendida como expresión académica sino como ámbito vital que cruza todas las manifestaciones de la vida humana.” (Chihuailaf, E.; 1999: 48.)
Es por eso que para mí la Reconstrucción de Identidad es la manera de articular mi propuesta, además de ser obviamente, mi trabajo y mi tema de investigación. A partir de dicho trabajo, pude constatar el hecho de que pertenecer a una cultura diferente, también crea un abismo de espacios muertos o de errores en las interpretaciones que se hacen tremendos al entrar a los sistemas educativos chilenos, pues al tener un paradigma diferente, como mapuches, concebimos la vida desde otra lógica y también la reinterpretamos de forma distinta, puesto que existen más discursos que el de la lógica lineal occidental, propio de algunas culturas hegemónicas como en el caso de la chilena, la cual se reproduce en sus sistemas educativos.
Para el/la lagmien que ha hecho el recorrido hacia su identidad entiende que el camino de vuelta no es más que un camino de ida, donde el retorno siempre es placentero, entendido como el sabor que emana de la vida, con su toque mágico de sensaciones puesto que tiene que ver con eso de lo dual, de lo viejo pero nuevo a la vez, de lo cotidiano, de lo mantenido en la retina de la memoria, que nos identifica con cosas internas, por eso, cuando la identidad se levanta como una bandera de resistencia frente presunciones, manifestadas mediante la ignorancia, la discriminación, la intolerancia y la prepotencia cultural, que nos a obligado a entrar en la lógica del otro, empieza a surgir la necesidad de manifestarse, de comunicar, de expresar lo que somos y todo aquello que de alguna manera está atentando contra la propia cultura, pero desde un propio lenguaje, como un instrumento propio, en una sinfonía de culturas, como si para entender hubiera que re-educar la mente para que el corazón pueda escuchar.
Para aquellos que como yo, su trabajo no es más que una expresión cultural (y me refiero en todas las áreas), el intentar clasificarnos dentro de los preceptos pre-establecidos, hace que el arte se transforme en una clasificación un tanto mezquina, desintegrada de todo, de ese todo que va más allá de las vinculaciones, un todo que se relacionas con sus partes en igualdad de importancia. Por tanto, entiendo que desde acá, lo mío no es más que tiempo, un devenir constante de ideas, una liberación de energía, un transito corriente y constante entre lo matérico y lo no-matérico, donde la línea de la imaginación desdibuja la barrera de los paradigmas.
Cuando se habla de Identidad también se habla de Cultura, de Tradición y si bien mi retroalimentación va de la mano de mi propio pueblo, la única manera de ir entendiendo la visión que el otro tiene de uno, es cotejándola y así poder seguir con la tradición que se nos ha dado. Por lo anteriormente expuesto se concuerdo con lo señalado por F. Marc que señala “tradición no significa usar el mismo sombrero que usaba mi abuelo, sino comprar uno nuevo igual como lo hizo él” (Ota, F.: 1959: 9.)